Cerrando el círculo: La elegancia de los finales circulares
Empezando por el principio
En el vasto mundo de la literatura, los finales circulares son como un hechizo poderoso, un encantamiento que nos envuelve y nos lleva de vuelta al punto de partida, cerrando un ciclo con maestría. Estos finales, cargados de significado y simbolismo, han cautivado a lectores durante generaciones. En este artículo, exploraremos la magia detrás de los finales circulares y cómo esta técnica narrativa ha dejado una huella perdurable en la literatura.
De vuelta al origen: El cierre del ciclo
Los finales circulares, también conocidos como "finales de cierre del ciclo", encuentran su fuerza en el regreso al punto de inicio. De manera elegante, el autor nos lleva de vuelta a la escena o situación inicial, recordándonos de dónde surgió toda la trama. Esta simetría narrativa crea un sentido de cohesión y finalidad, como si todo estuviera destinado a ser así desde el principio.
El poder del simbolismo
En la mente del lector, estos finales circulares evocan un poderoso simbolismo. La idea del círculo, un símbolo antiguo y universal de perfección y eternidad, se manifiesta en la estructura de la historia. El protagonista ha viajado a través de un arco de transformación, aprendiendo valiosas lecciones en el camino, solo para volver al lugar donde todo comenzó, pero ahora, como una persona cambiada.
Cerrando puertas y abriendo ventanas
Antes de adentrarnos en los detalles de los finales circulares, es importante comprender qué es la estructura narrativa en general. La estructura narrativa es el esqueleto de una obra literaria, el armazón que sostiene la trama y da forma a la historia. Es a través de la estructura narrativa que los autores construyen sus historias, creando una secuencia lógica de eventos que capturan la atención del lector y le permiten sumergirse en el mundo ficticio que se les presenta.
Dentro de la estructura narrativa, los finales juegan un papel crucial. El final de una historia es el punto en el que, por lo general y dependiendo el tipo de final, todos los hilos sueltos se atan, las preguntas se responden y los personajes encuentran su destino. Los finales pueden ser de diferentes tipos, pero uno de los más interesantes es el final circular.
Aunque el final circular implica un cerrar la puerta, también puede abrir la ventana a nuevas interpretaciones y significados. Los lectores pueden reflexionar sobre cómo la historia ha llegado a su fin y qué implica para el futuro de los personajes. La sensación de completitud puede ser agridulce, dejando a los lectores con un abanico de emociones que los acompañará mucho tiempo después de leer la última página.
Bajando a tierra: "El collar" de Guy de Maupassant
Un cuento corto que ejemplifica magistralmente un final circular es "El collar", escrito por Guy de Maupassant. La historia comienza con una joven llamada Mathilde Loisel, quien anhela la riqueza y la elegancia, pero vive modestamente junto a su esposo, un modesto empleado público. Un día, Mathilde tiene la oportunidad de asistir a una recepción de alta sociedad, pero se siente desesperada por no tener un hermoso collar para lucir.
Para la ocasión, Mathilde pide prestado un collar a su amiga, Madame Forestier. Después de la fiesta, descubre que ha perdido el collar y, temiendo la reacción de su amiga, ella y su esposo se ven obligados a gastar una gran suma de dinero para reemplazarlo, lo que los sumerge en la pobreza durante varios años.
Cuando finalmente Mathilde se encuentra con Madame Forestier años después, su amiga le revela que el collar original era una simple imitación, valiendo solo unos pocos francos. La historia culmina con una revelación impresionante: todo el sufrimiento y la deuda fueron causados por la ambición desmedida de Mathilde, y la vida modesta que ella despreciaba al principio, era la misma a la que regresó al final.
En definitiva
Los finales circulares son una maravillosa herramienta narrativa. Al cerrar el círculo, los escritores pueden tejer una historia poderosa que se graba en la memoria de los lectores. A través del simbolismo, el cierre del ciclo y la satisfacción emocional, estos finales nos dan una sensación de completitud, nos dejan reflexionando y muchas veces logran instalar una moraleja. Así como la vida misma es un ciclo interminable, los finales circulares nos recuerdan que la literatura, al igual que la vida, puede ser verdaderamente mágica. El cuento "El collar" de Guy de Maupassant es solo un ejemplo de cómo esta técnica puede envolvernos con su encanto y dejarnos reflexionando sobre los vericuetos de la existencia humana, ayudándonos a explorar temas universales como el ciclo de la vida y el destino.
Excelente, muy completo y muy claramente explicado. Muchas gracias por compartirlo!! Abrazos
ResponderBorrarCecy :)
muito lindo
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